A menudo, lo que más cuesta asimilar, es la pérdida de la salud y de la normalidad. El impacto de la enfermedad hace que la persona "se desdibuje" y deje de sentirse "normal", a pesar de mantener su esencia intacta. La interpretación de la situación, influirá directamente en las emociones y por tanto en la manera de actuar; de ahí la importancia de atender la manera en la que la persona vive la enfermedad, para poder entender la posible influencia en la forma de hacer frente a la situación.
Un gran cúmulo de pérdidas ante las que apenas tienen tiempo de rehacerse. La pérdida de la rutina, de su día a día, los largos y duros tratamientos, los tiempos de espera, la incertidumbre y por tanto, la percepción de la pérdida de control. El impacto por los cambios en la imagen corporal y el significado que puedan atribuir en ese momento a estos; los problemas de pareja y relacionados con la sexualidad que puedan surgir. Poner atención en todo aquello de la persona que permanece intacto a pesar de la enfermedad, en el aquí y ahora, en todas aquellas cosas que sí pueden hacerse, y no sólo en lo que no puede hacerse.
La asimilación y la forma de hacer frente al proceso de enfermedad se verá modulado por el estilo de afrontamiento y las estrategias utilizadas por la persona para hacer frente a la situación.
Ainhoa Videgain